El origen del conocimiento
Como seres humanos nos
adaptamos en el mundo a través de nuestro cuerpo. Todo conocimiento se origina
en la sensación, posteriormente, por razón de la percepción es cuando se
adquiere conciencia de las cosas, las cuales ya tienen un significado para
nosotros.
No solamente lo que
percibimos depende de los sentidos, sino que también influyen todos los
conocimientos previos, ideas, estados de ánimo, entre otros.
El intelectualismo,
sostiene que el conocimiento se origina a través de las ideas y de la experiencia.
Cuando necesitamos conocer algo, un objeto, lo primero que hacemos es observar
minuciosamente al objeto, posteriormente elaboramos una imagen del objeto en
nuestra mente, la cual contiene la esencia del objeto, inmediatamente después
generamos ideas, pensamientos, que, junto con la experiencia y el razonamiento
como creador de conceptos es como adquirimos el conocimiento.
Un ejemplo claro y cotidiano de
esta corriente, es el siguiente:
Cuando le tratamos de
enseñar a un niño las características del agua, le explicamos que el agua no
tiene color, olor ni sabor. La reacción inmediata del niño es tratar de
imaginarse el agua, creando en su mente una imagen de un vaso con agua, de una
botella con agua, de una jarra con agua… el niño intentará recordar el sabor,
el color y el olor que posee el agua, sim embargo es gracias a experiencias
previas del niño con este líquido que puede generar ese conocimiento el cual
tiene una naturaleza lógica y universal: el agua no tiene color, olor ni sabor,
aquí y en cualquier parte del mundo.
Con este ejemplo se
demuestra que la experiencia es importantísima en la explicación del origen del
conocimiento.
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