PARADIGMA
El concepto
de paradigma (un vocablo que deriva del
griego paradeigma) se utiliza en la vida cotidiana como sinónimo
de “ejemplo” o para hacer referencia a algo
que se toma como “modelo”. En principio, se
tenía en cuenta a nivel gramatical (para
definir su uso en un cierto contexto) y se valoraba desde la retórica (para hacer mención a una parábola o
fábula). A partir de la década del ’60, los alcances de la noción se ampliaron
y ‘paradigma’ comenzó a ser un término común en el vocabulario científico y en
expresiones epistemológicas cuando se hacía necesario hablar de modelos o patrones.
En este
sentido, un paradigma dentro de la ciencia tiene como finalidad alcanzar resultados en lo que respecta a la investigación
científica.
tipos de paradigma
En
el sector educativo, la formulación de nuevos paradigmas supone una evolución
para lograr el mejoramiento del conocimiento disponible, considerándose como
nuevos instrumentos para resolver incógnitas (Luna, 2011).
·
Paradigmas educativos: Basados en este
precepto, dentro de la educación se reconocen varios tipos de paradigmas, de
los cuales destacan el conductista, constructivismo, cognitivo y el
histórico-social.
·
Paradigma
conductista: Enmarcado en la teoría
conductista, este modelo estima que el aprendizaje debe estar enfocado en datos
observables y medibles, donde el profesor se percibe como “una persona dotada
de competencias aprendidas, que transmite conforme a una planificación realizada
en función de objetivos específicos” (Hernández, 2010, p. 114). El profesor
debe proporcionar a través de principios, procedimientos y programas
conductuales las herramientas a los estudiantes para alcanzar los objetivos de
aprendizaje propuestos (Chávez, 2011).El estudiante o alumno, dentro de este
paradigma actúa como el receptor de las instrucciones programadas por el
profesor, incluso antes de conocerlo, por lo que está condicionado a ser un
actor pasivo dentro de un mundo activo. Se reconoce que el desempeño y
aprendizaje escolar del estudiante puede ser influido o modificado desde el
exterior del sistema educativo.
·
Paradigma
constructivista: A diferencia del modelo anterior,
este paradigma concibe al estudiante como un ente activo y cambiante cuyo
aprendizaje diario puede ser incorporado a las experiencias previas y a las
estructuras mentales ya forjadas. En este espacio de aprendizaje
constructivista, el alumno deben internalizar, transformar y reacomodar la
información nueva para adaptarla a los aprendizajes anteriores, lo que le
permitirá enfrentar las situaciones de la realidad.
·
Paradigma
histórico-social: También conocido como modelo
sociocultural desarrollado en la década de 1920 por Lev Vigotsky, en el cual la premisa principal es que el aprendizaje del individuo
está influenciado por su entorno social, historia personal, oportunidades y
contexto histórico en el que se desarrolla. Estructuralmente, este paradigma se percibe como un triángulo abierto,
que no es más que la relación que existe entre el sujeto, objeto e instrumentos
en el que los vértices se desarrollan dentro del contexto sociocultural
desempeñando este un papel fundamental en la construcción del conocimiento.
·
Paradigma
cognitivo: Desarrollado en los años 50 en
Estados Unidos, este paradigma se interesa en destacar que la educación debe
orientarse al desarrollo de habilidades de aprendizaje, no sólo el enseñar
conocimiento. El modelo cognitivo se deriva de la combinación de tres campos,
considerados los antecedentes de este paradigma: la teoría de la información,
la lingüística y la ciencia de los ordenadores. Desde el punto de vista
educativo, los objetivos primordiales de la escuela, de acuerdo al enfoque cognitivo,
deben centrarse en el aprender a aprender y/o en el enseñar a pensar. Las
dimensiones cognitivas que se desarrollan en este paradigma son la atención,
percepción, memoria, inteligencia, lenguaje, pensamiento, entre otros.
·
Paradigmas de investigación: En el marco de la
investigación social se desarrollan niveles y perspectivas en los que se
plantean dos paradigmas princípiales: el cuantitativo y el cualitativo. Estos
se diferencian en el tipo de conocimiento que se espera obtener en la
investigación realizada, de acuerdo a la realidad, objeto de estudio y a las
técnicas utilizadas en la recolección de información (Gray, 2012).
·
Paradigma
cuantitativo: Relacionado directamente a la
perspectiva distributiva de la investigación social, la cual tiene como finalidad
describir con precisión la realidad social que se estudia. Para lograr su
objetivo, este enfoque se apoya en técnicas estadísticas y matemáticas, como el
uso de encuestas y el respectivo análisis estadístico de los datos obtenidos.
De esta forma, se construye un conocimiento apegado a la objetividad evitando
tergiversar información o generar distorsiones derivadas de la subjetividad.
Con este paradigma se establecen leyes o normas generales de la conducta humana
desde la elaboración de conceptos empíricos.
·
Paradigma
cualitativo: Por su parte el enfoque
cualitativo, se relaciona estrechamente con las perspectivas dialécticas y
estructurales de la realidad, centrada en analizar y comprender las respuestas
de los individuos a las acciones y conductas sociales. A diferencia del
paradigma cuantitativo, en este se utilizan otras técnicas fundamentadas el
análisis del lenguaje como la entrevista, discusiones temáticas, técnicas de
creatividad social, entre otros. Con este paradigma se quieren comprender las
estructuras de la sociedad más que cuantificarlas, poniendo el foco en la
subjetividad de las personas y su percepción de la realidad (Gray, 2012).
·
Paradigma
positivista: Basado en el enfoque filosófico
del positivismo, este paradigma se desarrolló para estudiar los fenómenos en el
ámbito de las ciencias naturales. También recibe el nombre de
hipotético-deductivo, cuantitativo, empírico-analista o racionalista. Su origen
se sitúa en el siglo XIX y también se aplica en el área de las ciencias
sociales, sin que afecte a las diferencias que existen entre ambos campos de
estudio. En la investigación positivista se afirma la existencia de una
realidad única; partiendo del principio de que el mundo tiene existencia
propia, independiente de quien lo estudia y que está regido por leyes, con las
cuales se explican, predicen y controlan los fenómenos. De acuerdo a este
enfoque, las ciencias tienen el objetivo de descubrir dichas leyes, alcanzar
las generalizaciones teóricas que contribuyen a enriquecer el conocimiento
universal sobre un área determinada.
·
Paradigma
interpretativo: Derivado del enfoque cualitativo,
este precepto de la interpretación plantea al investigador como descubridor del
significado de las acciones humanas y de la vida social, describiendo el mundo
personal de los individuos, las motivaciones que lo orientan, y sus creencias.
Todo esto con la intención de estudiar a fondo lo que condiciona los
comportamientos. Este paradigma aplicado en las ciencias sociales parte del
concepto de que la acción de las personas siempre está determinada por la carga
subjetiva de una realidad, la cual no se puede observar ni analizar con métodos
cuantitativos.
·
Paradigma
empírico-analítico: En este enfoque se prioriza la
objetividad sobre otros elementos. Asumiendo de esta forma la replicabilidad en
las investigaciones lo que permite verificar el conocimiento generado. Derivado
del paradigma cuantitativo, este modelo emplea herramientas como el método
deductivo y la aplicación de estrategias y técnicas cuantitativas. El objetivo
de las investigaciones bajo este enfoque es generar teorías y leyes que no son
definitivas, basándose en la experimentación, la lógica empírica combinada con
la observación y análisis de los fenómenos, al mismo tiempo que se apoya de las
teorías positivas y del racionalismo.
CARACTERÍSTICAS
·
Optimalidad.
·
Coherencia.
·
Estabilidad.
·
Constante posibilidad de
transformación.
·
Posibilidad de relación con
otros campos.
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